"La Villa del Cine no es algo neutro. Está al servicio de un proyecto de país por el cual votaron los venezolanos una y otra vez, y otra vez, y otra vez. La Villa del Cine tiene como responsabilidad aumentar la producción cinematográfica en aras de colaborar con la transformación espiritual de nuestro pueblo". La afirmación corresponde al ministro del Poder Popular para la Cultura Francisco Sesto; quien el día de ayer subrayó la misión y visión de la institución cinematográfica, tras el huracán desatado la semana pasada por la presencia de la actriz Fabiola Colmenares en marchas y actos políticos. "A la Villa hay que pedirle, -dice Sesto-, y yo se lo pido y se lo exijo como ministro, que no se descuide, que es una institución pública al servicio de un proyecto por el cual votó el pueblo venezolano". "Nosotros no vamos a permitir que desde los espacios públicos y con recursos del pueblo se atente contra este proceso". Actitud fuera de orden El ministro Sesto, opina que "actitudes como las de la señora Fabiola Colmenares no se corresponden con el papel que debe tener la cultura y el entretenimiento". Desde la sede del Ministerio, el titular de Cultura habló de la protagonista de "Carita pintada" y miembro estelar del reparto de Miranda regresa, proyecto de la Villa del Cine. "Las opiniones políticas de esta señora eran conocidas. Sin embargo, fue llamada" a participar en el citado film. Pero a su juicio, la actriz se valió de que "su nombre estaba un poquito de moda en estos días para, en menos de una semana, participar en dos o tres actividades que no son de opinión, sino incidentes que rozan la violencia: tanto en el caso del Teresa Carreño, donde hubo un encuentro desafortunado, así como en el intento de enfrentarse a las disposiciones de orden público". Según el ministro de Cultura, "tenemos que ir más allá de los actores que tienen que ver con la televisión comercial", ya que "hay 27 millones de venezolanas y venezolanos que tienen la potencialidad para trabajar como actores". Además de las personas pertenecientes a los numerosos grupos de teatro. Sesto opina que "nosotros cometimos un error de enfoque, nos fuimos por el camino fácil y llamamos a las personas que son más conocidas. Vamos a corregir ese error. Pero eso no excluye a nadie". No se trata de exclusión, afirma Sesto. "Todo el mundo puede participar en las cosas del Estado. Ahora, le pedimos a las personas que trabajan con nosotros que de alguna manera contribuyan a ese diálogo y a ese proyecto de transformación espiritual. Se lo pedimos a los músicos, a los escritores... No les pedimos que se politicen. Las personas tienen derecho absoluto a tener su opinión como ciudadanos y a votar. Pero nosotros estamos en una situación donde hay un llamado a la violencia, a la confrontación", dice, para luego hacerse una pregunta. "¿Qué es lo que no voy a hacer? Darle escenario a las personas que quieren, no manifestar una opinión política, sino incitar a la violencia". El ministro afirma que "mientras haya conspiración, llamado a la violencia y agresión", no le dará espacio a la gente que esté propiciando esa situación. Para el funcionario no se trata de renunciar a una opinión política. "Todos debemos tenerla, pero una cosa es tener una opinión política y otra estar comprometido con una conspiración".