DIRECTOR

Luis Carlos Hueck

Andrés y Julissa ahora son padres de Carlitos de siete años y luchan para vivir felizmente como una familia a pesar de ser fervientes admiradores de equipos rivales y de la desaprobación de Vicente (padre de Julissa). 

En 2013, Luis Carlos Hueck estrenaba su ópera prima Papita, maní, tostón, un título inspirado en lo que vociferan los vendedores ambulantes en el Estadio Universitario de Caracas en cualquier partido de béisbol. La cinta era una versión criolla de la historia de Romeo y Julieta pero en tono de comedia romántica, en la que el enfrentamiento se centraba no en los apellidos sino en las preferencias de cada uno de los protagonistas por alguno de los equipos de béisbol venezolano: Los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes.

La cinta fue vista por casi dos millones de espectadores, superada solo por Titanic y rompiendo el récord establecido por la también venezolana Homicidio culposo en los ya lejanos años 80.  

Tal precedente, hizo al realizador considerar producir la secuela. “Durante la gira de promoción de la parte uno, visitamos muchos lugares donde nos decían si iba a haber una segunda parte. Después de recorrer todo el país y llegar de nuevo a casa les pregunté a los actores si se atreverían a hacer una parte dos, a lo que todos afirmaron sin dudarlo”. Entonces el guionista-director escribió el guion contando con muchas ideas de los mismos actores. (www.elimpulso.com).  

Así surgió Papita 2da Base (2017), la continuación del idilio entre Julissa y Andrés, pero esta vez contado desde la convivencia del matrimonio y la crianza de un hijo, con rivalidad deportiva incluida, asunto que les permite meterse el uno con el otro, según quien vaya ganando la temporada. Ahora el amor va aderezado con los experimentos gastronómicos de ella, que incluyen arepas carbonizadas, y la visión de él para los negocios que es sólidamente… fallida. Así, tras días de risas, sudor y lágrimas, un hecho contundente les cambiará la vida a uno de ellos (y también el equipo). 

“El mensaje que quise enviar fue el de la reconstrucción”, afirma el director Luis Carlos Hueck sobre esta secuela. “Siempre se puede volver a empezar y eso está reflejado en la película. Justo el otro día lo hablaba con José Roberto (Díaz) y llegamos a la conclusión de que Venezuela estaba representada en Julissa, que después de tantos golpes que le dan se pierde y después, con mucho amor, regresa a ella”. (www.eluniversal.com).  

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