Noticias
CLARíN / Diego Marinelli / Martes 01 de Enero
La Buenos Aires del "otro" cine
La Buenos Aires del
En materia de disfrute cinematográfico, la capital argentina posee un circuito que crece como alternativa a la oferta tradicional
Una noche cualquiera, en alguna pequeña sala de la Ciudad de Buenos Aires se están proyectando historias de países tan disímiles como Francia, Perú, México o Japón. La pasión de los porteños por el séptimo arte desborda a las películas del circuito comercial. El gusto por filmes de Fassbinder, de los hermanos Marx o de la Nouvelle Vague; por ciclos de cine coreano, de animación o de temática homosexual, se satisface gracias a un activo circuito de salas alternativas, donde conviven diferentes lenguajes y relatos. Lugares como el Cosmos, la sala Lugones o el Malba, son algunos de los referentes fundamentales del mapa actual de la cinefilia porteña. Algunos realizan debates y así apuestan por una manera de entender el cine como un rito cultural colectivo que invita a reunirse, ver y reflexionar. "Desde la aparición de los multicines, en las salas comerciales no quedó lugar para propuestas de cine de autor", afirma Sergio Wolf, coordinador del C. C. Rojas. "El auge de los festivales, de las escuelas y del cine independiente argentino ha multiplicado un tipo de espectador que demanda estéticas menos convencionales", comenta Wolf. "Muchas veces estas salas no dan abasto para estrenar la cantidad de filmes que no pueden acceder al circuito comercial", concluye. "Los porteños tienen una gran inquietud por ver obras de cinematografías no convencionales", afirma Marie-Noëlle Rodríguez, de la Alianza Francesa. "Me sorprendió que la presencia de cine europeo o latinoamericano sea permanente. Esto no sucede en demasiadas ciudades del mundo, donde los filmes de Hollywood ocupan un lugar dominante". Dispersas por toda la ciudad, decenas de instituciones y organismos públicos aportan a este circuito.