El domingo pasado, el cineasta cubano Ernesto Daranas expuso su largometraje documental Ladrián en el Festival de Cine de La Habana, que aborda el trabajo y la dura vida del cineasta Nicolás Guillén Landrián, "un visionario del cine cubano cuya obra fue censurada y su persona sometida a ostracismo, prisión y exilio", dicho por Daranas en un video publicado por la Asamblea de Cineastas Cubanos.

El cineasta aprovechó para denunciar y abrir debate sobre la situación de la exclusión y la censura en el cine cubano e insistió en su persistencia en la actualidad y en su perjuicio no solo a obras de cineastas, sino también al "derecho del pueblo cubano de acceder libremente a sus películas y a las instituciones del cine cubano, incluido el festival". Un ejemplo de ello se ha dado este mismo año en el certamen de la capital cubana, en la que se censuró otro documental, el del cineasta Luis Alejandro Yero, Llamadas desde Moscú. El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, justificó la prohibición, argumentando que representa "un ataque a la Revolución" ya que la trama sigue a cuatro cubanos gays en Moscú antes de la invasión rusa a Ucrania. Pese a que la decisión de censura generó críticas, Rojas defendió su decisión.

Daranas subrayó que "la historia no puede ser tergiversada y restringida a conveniencia", y que "la memoria de la justicia perdura". Hizo hincapié en que el problema no radica en las películas, sino en la realidad a la que se enfrentan como cineastas. La presentación se volvió viral en las redes sociales, recibiendo elogios de directores de cine y actores cubanos, así como de la Asamblea de Cineastas Cubanos.

El documental Landrián se centra en la vida de Nicolás Guillén Landrián, explorando su obra cinematográfica y abordando la censura que enfrentó. La película también destaca la búsqueda de las películas perdidas de Landrián, algunas de las cuales fueron recuperadas gracias a la investigación realizada por Daranas y sus colaboradores.

Guillén Landrián, sobrino del poeta Nicolás Guillén, dirigió varios cortos documentales en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) entre 1962 y 1972. Sin embargo, el pertenecer al "color cubano" (cubano negro) y tener la mentalidad más abierta de lo que buscaba Cuba en esa época hizo que fuera expulsado de la institución, su cine fue censurado, y él enfrentó hostigamiento y tratamiento psiquiátrico. Finalmente, en 1989, se exilió en Estados Unidos, donde falleció en 2003.