Hoy se inaugura en Mérida la edición número19 del Festival del Cine Venezolano, organizado por la Fundación para las Artes y la Cultura (Fundearc), que dirige su fundadora y directora Karina Gómez Franco. Nuestro presidente Bernardo Rotundo estará presente apoyando las películas distribuidas por el Circuito Gran Cine. “Los niños de Las Brisas” y “El salto de los ángeles”.
Rumbo a Mérida para apoyar las películas que Distribuye el Circuito Gran Cine, rememoro, al menos, dos grandes momentos de este encuentro del cine nacional, el cual está sumamente arraigado en los corazones de los creadores nacionales.
Primero que nada, el gran Perucho Rincón Gutiérrez, rector de rectores, quien apoyó en forma decisiva al Departamento de Cine de la ULA, en la realización de los encuentros de cineastas Latinoamericanos.
En la primera etapa (década de los 80-90) se realizaron cinco ediciones, impulsadas por los queridos Tarik Souki y Edmundo Aray.
Yo iba como estudiante universitario, alojándome en posadas cerca del famoso Hotel Park y el Cine Arte Skene.
El Festival del Cine Venezolano de Mérida cerró sus puertas por más de diez años y nuestra amiga Karina Gómez decide retomarlo y Gran Cine siempre le brindó todo su apoyo en este nuevo ciclo que se inició en el recién comenzado siglo XXI.
A todas estas, Fundearc y el festival han sorteado todas las dificultades que ha vivido nuestro país, no las mencionaremos porque todos las sabemos.
Fundearc es una asociación civil, sin fines de lucro, una ONG que forma parte de la sociedad civil organizada, independiente y alternativa, como lo es también el Circuito Gran Cine. Ambas organizaciones están legitimadas por su estrecha vinculación con la comunidad cinematográfica venezolana; somos gente de cine.
Esta segunda etapa del Festival del Cine Venezolano cuenta con -nada más y nada menos - 19 ediciones en su haber, siempre realizadas con espíritu amplio y democrático.
Todas las obras venezolanas son invitadas a participar y han ganado cineastas de todas las tendencias y expresiones del pensamiento, diversidades de ópticas y visiones.
Es deber del Estado venezolano apoyar estos esfuerzos, loables y acertados.
Celebré la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial que otorgó la Gobernación del Estado Mérida; así como el apoyo del Centro Nacional Autónomo Cinematografía (CNAC).
Todos estos apoyos se han dado siempre respetando el trabajo de años que ha realizado Fundearc y su directora Karina Gómez Franco.
