El veredicto señala que Spacey no es responsable de los cargos de los que le acusaba el protagonista de musicales, que reclamaba una indemnización de 40 millones de dólares por daños
La versión de Kevin Spacey se ha impuesto en Nueva York. En menos de 90 minutos, los 11 integrantes del jurado (un miembro se tuvo que excusar por problemas de salud) decidieron que el oscarizado actor, de 63 años, no es responsable en la demanda civil por agresión sexual que planteó el también actor Anthony Rapp, el primer hombre que denunció por este motivo a una de las mayores estrellas de Hollywood. Luego vendrían otras denuncias. Rapp afirmó en 2017 que Spacey le provocó lesiones a los 14 años, cuando se le puso encima para intentar forzarlo a tener sexo. Rapp, hoy con 50 años, pedía una compensación de 40 millones de dólares por los hechos, ocurridos supuestamente en 1986 en el apartamento de Nueva York del protagonista de "House of Cards". Spacey, uno de los principales objetivos del movimiento #MeToo, se enfrentará en junio de 2023 a otro proceso por delitos sexuales en Londres.
El jurado determinó que Spacey no tocó aquella noche ninguna de las partes íntimas de Rapp, quien había acudido a una fiesta en el apartamento del actor, que entonces tenía 16 años. Rapp afirmó que Spacey había bebido y lo cargó para llevarlo a la cama, donde se le subió encima. “Estaba atrapado debajo de él. No sabía qué hacer”, explicó Rapp en su testimonio. A pesar de la diferencia de edad, ambos se conocían porque formaban parte del elenco en sendos musicales en Broadway. El ganador del Oscar por American Beauty escuchó el veredicto de pie, tras el cual lloró y abrazó a sus abogados y a su asistente.
“Estamos agradecidos de que el jurado haya visto la verdad”, ha afirmado Jennifer L. Keller, una de las encargadas de la defensa de Spacey. La estrategia de los letrados intentó desmontar la versión relatada por Rapp 31 años después de los hechos, gracias a una norma que permite a las víctimas de abuso infantil denunciar hasta que cumplen 55 años. Durante dos semanas de proceso, intentaron subrayar las contradicciones en la que incurrió el actor de musicales y protagonista de "Star Trek: Discovery". Entre estas se encontraban la fecha del supuesto ataque y algunos detalles, como que un amigo suyo estaba presente en la habitación.
“El jurado ha hablado”, se limitó a decir Richard Steigman, abogado de Rapp, a la salida del tribunal federal de Manhattan. “Anthony contó su verdad. Respetamos el veredicto del jurado, pero eso no cambia su verdad”, añadió. Dentro de la corte, Rapp se mantuvo serio mientras el jurado daba la razón a Spacey.
El caso se conoció en octubre del 2017, aunque Rapp interpuso la demanda ante la justicia en 2020. Spacey negó las acusaciones desde el primer momento. En Twitter afirmó entonces que no recordaba dicho encuentro. “Pero, si me comporté como él describe, le debo la más profunda de las disculpas por lo que habría sido una muy inapropiada conducta”, escribió en la red social. Después de estas acusaciones, fue expulsado de "House of Cards" y borrado digitalmente de una película acabada, Todo el dinero del mundo, donde interpretaba al magnate J. Paul Getty.
Durante su proceso, ofreció otro relato de los hechos. Explicó que invitó a cenar a su apartamento a Rapp y a su amigo, John Borrowman, un aspirante a actor de 19 años y cuya presencia en la habitación Rapp no explicitó. Spacey, según su versión, coqueteó con Barrowman, no con Rapp. “Anthony Rapp parecía un niño y John Barrowman parecía un hombre”, dijo el acusado. Este relato fue confirmado por el propio Barrowman. El juez Lewis Kaplan desestimó este lunes que lo sucedido fuera un “acto intencionado”, como solicitaba la acusación.
Las acusaciones de Rapp, que se hizo famoso por su papel protagonista en el musical Rent, obligaron a Spacey a salir del armario y hacer pública su homosexualidad, lo que fue interpretado por algunos como una maniobra de distracción. Pero a las acusaciones de Rapp le siguieron más de una docena contra Spacey, que ha ido ganando batallas judiciales.
El martes, Spacey profundizó en su historia personal mientas testificaba en su juicio civil. El actor dijo entre lágrimas que había ocultado su sexualidad por temor a un padre “supremacista blanco” y “neonazi”, que detestaba a los homosexuales y su decisión de dedicarse al teatro.
Spacey ha ganado este proceso e intenta reconstruir su carrera en Hollywood. Aunque todavía debe enfrentarse a procesos judiciales al otro lado del Atlántico. En mayo fue acusado de cuatro delitos cometidos presuntamente contra tres personas entre 2005 y 2013 en Londres y Gloucestershire, en Inglaterra. Ha vuelto a declararse inocente ante los cargos. En agosto, no obstante, Spacey fue condenado a pagar 30 millones de dólares a los productores de la exitosa serie de Netflix “House of Cards” por su comportamiento en el rodaje.
El fin del juicio en Nueva York coincide con el inicio del de Harvey Weinstein en Los Ángeles. El productor, que ya recibió una condena de 23 años de prisión, se enfrenta a nuevas acusaciones de varias mujeres en California. De ser declarado culpable, otro de los rostros del #MeToo podría pasar 140 años en prisión.