DIRECTOR

René Villarreal

Con el fondo de las altas cadenas montañosas que rodean a la ciudad de Monterrey, tres jóvenes viven un triángulo amoroso, sus pasiones y disyuntivas, deambulando entre los escarpados barrios bajos y las colonias de lujo, ungidos por el ritmo irresistible de la “colombia” regiomontana.

Identificada con las clases populares, la cumbia está en casi todos los países latinoamericanos, cada uno con su estilo. Para los estratos bajos es señal de identidad. Para los medios y altos es fiesta o rareza, pero ahí está. Monterrey es un caso muy curioso. De allí es Celso Piña (el compositor de la banda sonora de la película), ahí se afincó la colombiana Sonora Dinamita, es donde llegan para tocar directamente de Argentina los grupos de cumbia villera.

La película Cumbia callera (2007) es una historia de amor en esa ciudad, contada a través de la música de los barrios colombianos, las barriadas pobres regiomontanas. Callera es un barbarismo, sería más correcto decir callejera, expone su director, René Villarreal (Monterrey, 1956). Lo de “callera” es porque se trata de una cultura no formal, no académica, hablan de un modo que no es educado.

Con un coste total de ocho millones de pesos y un tiempo de filmación de apenas cinco semanas, Villarreal se adentró en los barrios bajos de la entidad y mostró una realidad poco conocida en el país: la penetración del vallenato y la cultura colombiana que dan pie a una subcultura que se caracteriza por excéntricas vestimentas y peinados, así como su forma de hablar y estilo de danza de sus integrantes.

René Villarreal ganó el concurso del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) para ser producido y el del Consejo para la Cultura (Conarte) de Nuevo León, con lo que obtuvo casi la totalidad de los fondos necesarios para su producción.

Cumbia Callera se desarrolla de frente al paisaje de las altas cadenas montañosas que rodean a la ciudad de Monterrey, Nuevo León. El film destaca sobre todo por su ausencia de diálogos, avanzando la trama a través del ritmo del vallenato. Fernanda García (La Cori), Oliver Cantú (El Neto) y Andul Zambrano (El Güipiri) son los protagonistas de la trama. Los dos primeros, estudiantes de actuación regiomontanos que han vivido de cerca la subcultura que toca la película y debutantes en cine.