Los presos de la cárcel Rebibbia, en Roma, van a cambiar por una temporada las cuatro paredes de sus celdas por un escenario. Un director de teatro ha propuesto al director de la prisión preparar una obra de teatro protagonizada por los reclusos y éste la ha considerado una muy buena idea. La obra en cuestión es "Julio César", de Shakespeare. Durante unos meses los encarcelados se sumergen en los textos del dramaturgo británico viajando hasta lugares de su interior nunca antes inspeccionados.
REFERENCIA
Los laureados hermanos Taviani, Paolo (San Miniato, Pisa, 1931) y Vittorio (San Miniato , Pisa, 1929) , siempre han coescrito y codirigido sus películas. Empezaron a trabajar en los años sesenta, y han realizado obras de ficción y documentales. Fueron galardonados con la Palma de Oro en el Festival de Cannes 1977 por la extraordinaria Padre patrón (Padre padrone), y con el Gran Premio del Jurado en 1982 por La noche de san Lorenzo (La notte di San Lorenzo). En 1986, el Festival de Venecia les honró con el León de Oro a los Logros de una Carrera.
Shakespeare en la cárcel
Este nuevo largometraje de los Taviani, se basa en la obra del dramaturgo William Shakespeare del siglo XVI que trata sobre la conspiración contra el dictador Julio César, su asesinato y las consecuencias. No obstante los directores cuentan cómo surgió la película: “Por accidente, como ocurrió con nuestra película Padre patrón, que empezó cuando por casualidad conocimos a Gavino Ledda, lingüista y pastor de Cerdeña. Esta vez, después de una conversación telefónica con una querida amiga, nos pusimos en contacto con un universo que solo conocíamos a través de las películas estadounidenses. Sin embargo, Rebibbia, la cárcel situada a las afueras de Roma, es muy diferente de las que se ven en la gran pantalla. Durante nuestra primera visita a la prisión, la lúgubre atmósfera de una vida detrás de las rejas había sido reemplazada por la energía y frenesí propios de un evento cultural: la representación de algunos cantos del ‘Infierno’, de Dante.
Posteriormente nos enteramos de que eran presos del ala de máxima seguridad, casi todos pertenecían a la Mafia, la Camorra, la ‘Ndrangheta, y en su mayoría estaban condenados a cadena perpetua. Sus instintos dramáticos estaban impulsados por la necesidad de revelarse y estaban canalizados por un trabajo firme y continuo por parte de Fabio Cavalli, el director ‘interno’.
Al salir de Rebibbia nos dimos cuenta de que queríamos saber más acerca de los presos y de su situación, por lo que volvimos y les preguntamos si les gustaría trabajar en una adaptación cinematográfica de ‘Julio César’, de Shakespeare. La respuesta de Fabio y de los presos fue inmediata y clara: ‘¿Cuándo empezamos?’”
El deseo de los hermanos Taviani, era que, después de ver el film, los espectadores pensaran en los presos como seres humanos. "Espero que alguien, al irse a casa tras ver César debe morir, piense que incluso un prisionero, sobre cuya cabeza pesa un terrible castigo, es un hombre. Y ello gracias a las sublimes palabras de Shakespeare", ha comentado Vittorio Taviani.
Presos reales
El tinte documental de la película lo da el hecho de que los actores que aparecen en ella son presos reales encarcelados en Italia, los cuales hicieron un gran trabajo de traducción de los textos que se les propuso. Cada uno de ellos tradujo sus diálogos en su propio dialecto. Las réplicas varían así entre napolitano, siciliano y el dialecto de Pouilles. Celebrando esta iniciativa de los actores-detenidos, ambos realizadores añaden: "Descubrimos algo que nos hiciera sonreír, a través de la sorpresa y la complicidad (...) A través de este tipo de cosas, la película encuentra un sentido".
Sobrino músico
Siendo sobrino de ambos realizadores, Giuliano Taviani siempre había querido evitar trabajar con sus tíos. Pero después de veinte años de carrera, el compositor aceptó el reto y es así cómo se encontró con el proyecto de César debe morir: "Después de muchas películas trabajando con compositores tan importantes como Morricone o Piovani, le pedimos que colaborara con nosotros como si no le conociéramos. Además, Giuliano había encontrado en las Islas Eólicas a un pianista joven muy talentoso llamado Carmelo Travia. Y juntos firmaron la banda sonora", afirman los realizadores.
Premios:
- Festival de Berlín: Oso de Oro, mejor película
- 5 Premios David di Donatello: Mejor película, director, productor, montaje y sonido
- Premios del Cine Europeo: 4 nominaciones, Mejor película, director, montaje y premio del público
Guion: Paolo Taviani y Vittorio Taviani; con la colaboración de Fabio Cavalli; basado en la obra “Julio César”, de William Shakespeare
Producción: Grazia Volpi
Fotografía: Simona Zampagni
Montaje: Roberto Perpignani
Música: Giuliano Tavani y Carmelo Travia
Intérpretes: Cosimo Rega (Casio), Salvatore Striano (Bruto), Giovanni Arcuri (César), Antonio Frasca (Marco Antonio), Juan Dario Bonetti (Decio), Vittorio Parrella (Casca)
Distribución: Gran Cine