DIRECTOR

Jalil Lespert

La vida de Paul sufre un revés terrible cuando su mujer Sarah desaparece. Tras un año de búsqueda sin resultados positivos, algo aparece en su vida que le hace recuperar la esperanza e iniciar una nueva investigación.

Siendo aún adolescente, Jalil Lespert (París, 1976) acompañó a su padre, un actor de teatro, a un casting: ambos fueron solicitados, cuando el realizador Laurent Cantet buscaba a dos actores para interpretar a un padre y su hijo en su cortometraje Jeux de plage (1995). Dejando a un lado sus estudios de derecho, en 1999, Lespert obtiene su primer papel en un largometraje (Nos vies heureuses), y recibe un premio de interpretación, en Clermont-Ferrand, por su participación en dos cortos.

En 2000, gracias a Laurent Cantet, Lespert alcanza notoriedad por su interpretación en Ressources humaines, primer largometraje del realizador, donde encarna a Frank, un estudiante de la escuela de negocios que llega a hacer una pasantía en la fábrica en la que trabaja su padre. Su intensa interpretación le valió un César al mejor actor revelación. Su talento vuelve a ser evidente de nuevo de la mano de Cantet (Un dérangement consedérable, 2000).

La carrera de actor de Lespert va desde un sensual jardinero (Sade, 2000), pasando por un hombre obsesionado por el físico-culturismo (Vivre me tue, 2002), un boxeador (Virgil, 2005), un artista de vanguardia (Pas sur la bouche, 2003), bajo las órdenes de Alain Resnais, o un periodista para Robert Guédiguian en Le promeneur du Champ de Mars (2005), realizador con el que vuelve a trabajar al año siguiente en Le voyage en Arménie. También destacará bajo las órdenes de Xavier Beauvois (El novato / Le petit lieutenant, 2005) y de Guillaume Canet (Ne le dis à personne, 2006).

Jalil Lespert rueda su primer largometraje como realizador en 2007, 24 mesures, presentado en Venise, al tiempo que continúa su rol de actor. En 2011 rueda su segundo largometraje como cineasta Contra el viento (Des vents contraires), donde vuelve a ofrecerle el papel principal a Benoît Magimel, luego de dirigirlo en 24 mesures.

Contra el viento es la adaptación de la novela de Olivier Adam, publicada en 2009, y en cuyo guion también participó el autor. Se trata de la tercera novela de Adam que es llevada al cine. Anteriormente Jean-Pierre Améris rodó su versión de “Poid léger” en 2003, mientras que Philippe Lioret adaptó “Je vais bien, ne t’en fais pas” en 2006.

Al escribir el guión de la película, la mirada del escritor representó una valiosa ayuda para Lespert. El diálogo se instaló poco a poco entre los dos hombres, como lo cuenta el escritor: "Él sabía que no me iba a fijar en la obra original. Ha sido un refuerzo pero al mismo tiempo me ha dado más libertad de movimiento”, ha dicho. El director, de hecho, no ha ocultado su deseo de alejarse de la novela, evitando a toda costa la trampa de la simple adaptación: "Adaptar una novela es necesariamente traicionarla”, ha dicho Lespert.

El director primero buscó conocer a Olivier Adam para hacerle partícipe de su entusiasmo por su novela “Poids léger”. Sin embargo, fue 6 años después, a propósito de la novela “Des vents contraires”, que ambos inician su colaboración. El director explica este encuentro: "Puesto que Olivier Adam había disfrutado mi primera película y en vista de que somos de la misma generación, me ofreció leer su novela Eso fue en 2008. "Des vents contraires” inmediatamente me gustó. Luego me explicó que un proyecto de adaptación cinematográfica estaba en marcha, pero nadie había adquirido los derechos. Varios nombres de realizadores habían sido propuestos, incluso él mismo había sugerido otros. Me dijo entonces que había pensado en mi. Y acepté de inmediato", recuerda.

Benoît Magimel encarna al hombre que tras la desaparición de su esposa debe encontrar un nuevo horizonte al instalarse con sus dos hijos en Saint-Malo, la ciudad donde creció. Para Olivier Adam, la capacidad de Benoît Magimel de encarnar o tan siquiera parecerse al Paul de su novela no era lo más importante. El actor debía, no obstante, ser capaz de expresar un elemento esencial para hacer su personaje verdaderamente creíble: la relación con sus hijos, esos pequeños gestos que subrayan el compromiso de un padre.