Inglaterra, finales del siglo XIX. El doctor Joseph Mortimer Granville inventa el primer consolador eléctrico para tratar lo que se conocía como “histeria femenina”, cuyos síntomas incluían insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito.
REFERENCIA
La estadounidense Tanya Wexler (Chicago, 1970) dirige la producción europea Tocando el placer (Hysteria, 2011), una comedia romántica que tiene como fondo la invención del vibrador eléctrico en una época tan particular como la época victoriana de finales del siglo XIX.
La directora
Sobrina de Haskell Wexler, uno de los más grandes directores de fotografía estadounidenses, ganador de dos premios Oscar, Tanya Wexler se licenció en psicología por la universidad de Yale. Estudió en la University School of Arts de Columbia donde realizó un máster en dirección de cine y realizó dos cortos: The Dance y Cool Shoes (ganador en festival de Houston), antes de rodar su primer largometraje Finding North (1998), el drama de una mujer que se enamora de un gay. La película se proyectó en los festivales de Palm Springs, NY Gay and Lesbian Film Festival, LA Outfest y en el SF Gay y Lesbian Film Festival.
Su segundo film es Ball in the House (2002), estrenado en Toronto, con Jennifer Tilly, David Strathairn, Jonathan Tucker y Ethan Embry, sobre un adolescente que regresa a su casa luego de pasar seis meses en un centro de rehabilitación.
Histeria femenina
Tocando el placer es el tercer largometraje de Wexler, protagonizado por la nominada al Oscar Maggie Gyllenhaal (Secretary Crazy Heart), secundada por los británicos Hugh Dancy, Jonathan Pryce, Felicity Jones y Rupert Everett.
La historia se sitúa en la Inglaterra de finales del siglo XIX, en plena era victoriana, que aunque paradójicamente, a pesar del conservadurismo se da una buena cantidad de inventos que contribuyeron a superar las convenciones sociales y, en algunos casos, morales de ese momento histórico.
El argumento de la cinta Tocando el placer sigue la creación histórica del aparato doméstico que no se atrevía a anunciar su verdadero propósito: el vibrador eléctrico. Sin embargo, lo que surge es algo más que una comedia juguetona, es una pujante historia de amor y un viaje a la historia escondida, una exploración de la pasión de la mujer, y una celebración del espíritu práctico que siempre ha mantenido avanzando al ser humano.
Puede que la película se sitúe en un pasado victoriano colorido y cómico pero plantea cuestiones sobre las actitudes sexuales, sobre hombres y mujeres, y sobre cómo llevar una vida satisfactoria que sorprende hoy en día.
El guión
La chispa de Tocando el placer empezó con una pequeña y desconocida historia: el hecho de que el vibrador a pilas fue patentado a finales del siglo XIX por Joseph Mortimer Granville, un apreciado médico inglés que lo diseñó con toda seriedad como artilugio médico. Granville publicitó esta máquina conocida como el "martillo de Granville" para el alivio de dolores musculares. Pero pronto fue visto como el único tratamiento fiable para un extendido mal entre las mujeres llamado "histeria". Este tratamiento era el masaje medicinal de los órganos femeninos hasta el punto del paroxismo, que bajo el punto de vista victoriano era una liberación perfectamente clínica del sistema nervioso, y no debía ser confundido con el orgasmo, además de no ser considerado en ningún aspecto sexual.
Aunque la histeria se destaparía como un mito de 4000 años, y un comodín para diagnosticar todo tipo de dolencias, el vibrador siguió ayudando alumbrar un nuevo mundo en el que las mujeres ganaron la libertad de explorar su propia sexualidad.
Cuando la productora Tracey Becker (cuyas películas incluyen Finding Neverland de Marc Foster) escuchó por primera vez la historia al escritor Howard Gensler, le hizo gracia al principio, pero después la inspiró.
La idea de un estirado doctor victoriano inventando lo que se convertiría en el juguete sexual más popular del mundo sonaba a idea fantástica para una película moderna pero no quería hacer una cinta biográfica.
Becker le llevó la idea a la directora Tanya Wexler, y las dos, a su vez, al equipo de escritores Stephen Dyer y Jonah Lisa Dyer, quienes no pudieron resistirse a la sorprendente simplicidad de la idea, aunque pronto aumentó la complejidad pues se necesitaban “personajes, situaciones, todo un mundo y una estructura para construirlo a su alrededor".
Con respecto al tema del feminismo, al que el personaje de Gyllenhaal de alguna manera representa pues es defensora de las mujeres pobres y se encuentra en pie de guerra para demostrar lo que realmente quieren las mujeres, la realizadora declara que “el feminismo se ha malinterpretado de muchas maneras. Mucha gente piensa que el feminismo está en contra de los hombres o del sexo. Soy más compleja para categorizarme de alguna manera. (…) No estoy segura de que todas las mujeres tengan que ser lo mismo porque no tiene sentido, somos muy distintos. Para mí el feminismo tiene que ver con la igualdad de oportunidades. Significa déjame ser lo que quiero, ama de casa o astrofísica, y poder decidir por mi misma”.
Para Wexler su película “¡reivindica el placer! Quizá hay un discurso feminista que hubiera dicho que el consolador es un elemento de dominación o un fraude, etc. Pero me sumo al punto de vista de Gyllenhaal cuando dice que es algo maravilloso porque ha hecho feliz a mucha gente y no ha hecho daño a nadie. La búsqueda del placer, la insatisfacción, no es una enfermedad, es un derecho. Ya hay demasiado dolor en el mundo, hay que dejar que las cosas divertidas sean divertidas”.
(Declaración de Tanya Wexler tomadas de www.elcultural.es)
Guion: Jonah Lisa Dyer y Stephen Dyer; basado en un argumento de Jonah Lisa Dyer, Stephen Dyer y Howard Gensler
Producción: Tracey Becker, Judy Cairo y Sarah Curtis
Fotografía: Sean Bobbitt
Montaje: Jon Gregory
Música: Cast Waltzing
Director de Arte: Sophie Becher
Intérpretes: Maggie Gyllenhaal (Charlotte Dalrymple), Hugh Dancy (Mortimer Granville), Rupert Everett (Edmund St. John-Smythe), Jonathan Pryce (Dr. Robert Dalrymple), Felicity Jones (Emily), Gemma Jones (Lady St. John-Smyhte)
Distribución: Gran Cine