Jorge y Ángela, dos seres solitarios y cuestionados frente a sus propias vidas se encuentran en medio de una lluviosa noche entre las oscuras y violentas calles de Bogotá. Él, un joven taxista, destruido afectivamente por la reciente muerte de su hermano a manos de un grupo de delincuentes, de los que ahora se quiere vengar y ella, una bella princesa nocturna, adicta a la cocaína y a los laberintos de la ciudad. En solo seis horas el amor, las calles y sus fantasmas les unirá y les separará en medio del vacío, de la misma manera en que la lluvia, como las lagrimas, irán desdibujando y diluyendo los rastros de sangre y de dolor sobre el asfalto frío

Desde los 19 años, Jorge Navas (Cali, 1973) empezó a explorar el mundo de la imagen guiado por un instinto experimental y poético. Estudió Comunicación Social en la Universidad del Valle en la ciudad de Cali y a lo largo de su carrera experimentó y exploró diferentes géneros y formatos, pasando por el video experimental, el video clip, la publicidad, el documental y la ficción. Es considerado por la crítica y la prensa colombiana como uno de los nuevos talentos de la cinematografía nacional, respaldado por una amplia y variada filmografía, premiada nacional e internacionalmente.

Inició su carrera profesional trabajando como realizador y director en los programas de televisión “Rostros y rastros” y “Rayuela” de UVTV (Universidad del Valle Televisión), además trabajó en varios proyectos personales, formando el colectivo Ojo Tachado con el que realizó la campaña de publicidad “Envíciate a la vida”. En 1996 ganó una beca de Colcultura para hacer una adaptación experimental de la obra literaria de Andrés Caicedo: Calicalabozo, largometraje de culto en circuitos “underground”. En 1997 se trasladó a Bogotá y trabajó como director de comerciales en la empresa Laberinto Producciones. En 1999 escribió y dirigió el cortometraje Alguien mató algo o la última inocencia, ganador de la Convocatoria de la Cinemateca Distrital en 1999, un India Catalina en el Festival Internacional de Cine de Cartagena en el 2000, dos premios en el Festival de Clermont Ferrand en el 2001: Prix Recherche y Prix de la Jeunnese y una Mención de Honor en el Festival de Cine Latino de New York en el 2004 entre otros.

En 2003 empezó a escribir La sangre y la lluvia y creó junto con Carolina Barrera y Santiago Tobón la productora Patofeofilms con el fin de desarrollar y gestionar recursos para esta película.

Ha realizado varios documentales entre los que se encuentran: Rubén Darío: el poeta de la triste figura y Apocalipsis, Cali Rock en 1994, Olor a Pueblo y Cemento, Asfalto, Cal y Rock en 1995, Enterrar a los Muertos en 1996 y La señora de los televisores en el 2005.

Navas tardó seis años para poder concretar su primer largometraje de ficción. El proyecto estuvo varias veces a punto de ser cancelado. Finalmente bajo la inspiración de un fanático del expresionismo alemán logró rodar su ópera prima que cuenta la historia entre el drama y la violencia, de un taxista y una prostituta cuyo acercamiento ocurre en una lluviosa noche en las calles de una Bogotá para nada romántica.

"Me gusta el cine negro, y aunque no soy un gran lector, me atrae mucho la tragedia griega. Me encantan las historias donde el ser humano está expuesto ante los retos del destino y los conflictos consigo mismo", ha dicho Navas.

"No me interesa hacer una apología de la autodestrucción sino más bien de la búsqueda de la vida, en un intento de ofrecer respuestas a la pregunta ¿Por qué estoy vivo?”

Haberse convertido en padre durante el rodaje y no haber podido compartir más horas con su hijo hicieron que en el realizador cambiaran muchas consideraciones personales, pues “ahora entiendo más lo que significa tener vida a la hora de representar la muerte, entiendo mejor qué es todo aquello que se pierde al morir."

En La sangre y la lluvia los protagonistas se encuentran en la búsqueda de la vida, tanto por parte del taxista Jorge, que busca venganza, como de Ángela, adicta a la cocaína: "La llamada malicia indígena que tenemos los colombianos tiene que ver con la conciencia de la muerte. Es curioso cómo se dice que Colombia es uno de los países más felices del mundo, pero creo que se trata de un afán de exaltación de los sentidos que sumado a la facilidad con que podemos encontrar recursos como drogas, libertinaje y alcohol a manos llenas, nos convierte en seres que sabiendo la muerte, buscan sentirse vivos". (Fuente: http://cali.vive.in)

Con respecto a la violencia que muchos le han comentado al director, Navas dice que “Yo creo que ésta es una violencia mucha más íntima, más introspectiva, más sicológica, más contemplativa y más lenta, es una película que yo quería que fuera… sí, sobre todo contemplativa y poética”. Y señala que, si se observa bien la película sólo tiene un disparo en cámara y una escena donde golpean a una persona “pero digamos que en proporción a cualquier otra película de acción que sea comercial o a cualquier otra película que hable de la violencia en Colombia, esta película visualmente no tiene la misma cantidad de violencia” (…) (http://siderola.com)

El rodaje de la cinta duró siete semanas nocturnas, de 5:00 pm a 6:00 am todos los días lo que representó todo un desafío para la dirección de fotografía que contó con la conducción de Juan Carlos Gil.

Cuenta el experto que cuando estaban en pleno rodaje con la cámara de formato digital (Red One) -a la que recurrieron para abaratar los costos de la producción- se dieron cuenta de que el dispositivo no contaba con el software requerido para captar la luz natural de la noche. Les tocó entonces ingeniárselas y buscar el color que querían con lo que tenían. Y lo encontraron: "Hicimos muchas pruebas −cuenta Gil−. Iluminábamos de cuatro a seis calles por donde pasaba el taxi, proceso que debíamos repetir cuantas veces fuera necesario".

Allí hubo un obstáculo adicional: la lluvia. "De antemano nuestra propuesta negaba cualquier influencia americana -añade el director fotográfico-. Preferíamos una lluvia modesta a una sobreiluminada o exagerada, y ese fue el camino". (www.cambio.com.co)