Miguel es un joven y querido pescador en un pequeño pueblo donde existen tradiciones muy arraigadas con respecto a la muerte. Está casado con Mariela, quien completa siete meses de embarazo, pero tiene un romance secreto con Santiago, un pintor que se mudó al pueblo hace un año y que es rechazado por los pueblerinos por ser agnóstico y abierto acerca de su sexualidad. Un hecho trágico obligará a Miguel a lidiar con las consecuencias de sus actos y aceptar quién es verdaderamente, aunque al hacerlo exista la posibilidad de perder a las personas que más quiere.

El primer largometraje dirigido por el peruano Javier Fuentes-León (Lima, 1968), Contracorriente (2009) ha generado toda suerte de entusiasmo en cualquiera de los festivales en los que ha participado, obteniendo innumerables reconocimientos entre los que podemos destacar, el Premio del Público en los festivales de Sundance, Miami, Cartagena y Latino de Chicago. Además, la cinta estuvo nominada al Goya como Mejor Película Hispanoamericana y fue seleccionada por Perú como representante al Oscar como Mejor Película Extranjera. Caso curioso para una película de temática gay, por cuanto las mismas a veces sólo circulan o son celebradas en los festivales LGBT y no pasan a ser masivamente apreciadas como sí ha sido el caso de esta ópera prima de Fuentes-León.

Tras terminar su carrera de medicina, Fuentes-León recibió una beca y se trasladó a Los Ángeles a realizar una maestría en dirección de cine en el California Institute of the Arts (CalArts). Su cortometraje Espacios fue premiado en 1997 por el Consejo Nacional de Cinematografía del Perú (CONACINE) y reconocido por la revista de cine peruana La Gran Ilusión como "Lo mejor hecho por un cineasta peruano en la década de los noventa".

Fuentes-León también es autor teatral y su obra “Sr. Nubes” fue reconocida como una de las mejores del nuevo milenio por el Teatro Nacional del Perú.

Inició su carrera dentro del mundo del cine y la televisión en los Estados Unidos, incursionando en diferentes modalidades y convirtiéndose en escritor principal de programas de televisión para Telemundo, subtitulador de películas de los estudios de Hollywood, editor de comerciales y programas de televisión, como el de la famosa chef Rachel Ray (Food Network), a quien el realizador llevó a Lima en 2007 para realizar un especial sobre la comida peruana. Durante estos años, Fuentes-León también trabajó en sus propios proyectos: escribió y dirigió su cortometraje Géminis (2004), presentado en varios festivales de cine norteamericanos, y escribió dos guiones para largometraje.

En 2003 comienza a escribir Contracorriente bajo la tutoría de John August (guionista de Tim Burton) y John Cooper (director de programación del Festival Sundance). Es becado por la Fundación Carolina de España para su curso de guiones en el 2005.

Según el director "es mi primer largometraje, y un proyecto muy personal en el que exploro temas que son muy importantes para mí. Haber vivido mucho tiempo fuera del Perú, me ha permitido ver con una nueva perspectiva ciertos aspectos de la sociedad en la que crecí, y constatar cómo muchas veces en ella (y en casi toda Latinoamérica) se tergiversa el concepto de lo que significa ser ‘hombre’, y se reemplaza por definiciones mucho más pobres y limitadas que tienen que ver menos con el honor y la autenticidad y más con la masculinidad y la fuerza. Contracorriente nació en cierta manera de esa búsqueda personal por definir qué significa ser un hombre de verdad, y cómo se relaciona esa hombría con la identidad sexual".

El realizador define su intención al llevar a cabo este proyecto: “Mi intención ante todo fue presentar una historia de amor entre dos hombres como parte de las historias que vemos comúnmente. Mi idea era ponerla en el mismo nivel que las historias que regularmente conocemos entre un hombre y una mujer. Yo creo que el amor entre dos hombres o el amor entre dos mujeres es parte de la condición humana y ambas son muy válidas. Mi intención era poner en las pantallas una historia de amor que fuera capaz de conmover, que a pesar de que la gran cantidad de personas que fueran a ver una película como esta no se sintieran identificados con ella, a la final pudiera primar la humanidad que existe detrás de ese amor”.(*)

Fuentes-León cuenta de dónde surgió la idea: “Realmente no me basé en nadie, salió de mi imaginación. La película es sobre un pescador, yo no soy pescador, no estoy casado y tampoco tengo hijos; es decir, no es autobiográfica; sin embargo, muchos de los dilemas y mucho del crecimiento personal del personaje principal los he vivido yo”. (*)

(*) Tomado de: www.cinevistablog.com