La acción transcurre entre diciembre de 1935 y julio de 1936 en un barrio periférico del nordeste de París, barrio popular donde la elección del Frente Popular en primavera ha despertado locas esperanzas y anhelos extremistas. Así es como tres obreros en paro deciden ocupar por la fuerza el music-hall donde trabajaban y montar por su cuenta un «espectáculo taquillero». La sala servirá de escenario a la más efímera bella empresa humana del mundo.
REFERENCIA
Después del triunfo internacional que significó su primer largometraje Los coristas (Les choristes, 2004), el guionista y director francés Christophe Barratier la tenía difícil en cuanto a igualar –o superar- el éxito de aquélla. Para su segundo film, Me enamoré en París (Faubourg 36, 2008), el cineasta ha escogido una trama con aires de fresco épico-histórico donde también tiene gran importancia la música; y ha repetido con actores de su primer film, como Gérard Jugnot, Kad Merad e incluso el niño Maxence Perrin, aunque con composiciones que tratan de mostrarles en registros diferentes.
El director relata cómo surgió la idea de Me enamoré en París: “Recordé un proyecto de comedia musical que llevaba diez años dando vueltas en la productora Galatée Films del que me habían hablado. Buscaban un guionista y director que pudiera darle vida. En aquél momento yo trabajaba con Jacques Perrin en Microcosmos. Decidimos mandar escribir varios tratamientos, pero nunca nos llegó a convencer el resultado. Así que lo dejamos apartado, aunque seguimos renovando los derechos de la historia regularmente. Entonces me acordé de las canciones de aquella época, de todo lo que me provocaba. La música hizo que regresara a ese guión. Después de promover Los coristas por el mundo entero, me agarré a Me enamoré en París. Le dediqué todo mi tiempo, solo, renunciando a todas las invitaciones a festivales o proyectos nuevos que me iban proponiendo. Entré en un largo proceso de documentación, no solo histórica, sino también artística, a través de la literatura de la época, las fotos y pinturas de entonces. Poco a poco lo fui viendo todo claro: los personajes, la historia de amor, el pequeño teatro amenazado, el decorado, las crónicas del barrio, la historia entre el padre y el hijo, la fraternidad y la tensión latentes simbólicas del período del ‘Frente Popular’...”
Barratier cuenta en qué se basó su trabajo de documentación y sus fuentes de inspiración: “Las referencias cinematográficas fueron René Clair, Carné, Prévert, Duviver, Clouzot... Las películas no mienten: y si mienten, lo hacen como mentiría cualquier persona de su época. Eso es lo apasionante. También fue crucial mi encuentro con Pierre Philippe, un hombre cultísimo, cineasta y escritor. Me ayudó muchísimo en mi búsqueda de lo verosímil y los tintes de aquella época. También me metí de lleno en los periódicos de entonces – ‘Le Populaire’, ‘Le parisien’. Se aprende una barbaridad de las crónicas y de la edición de otras épocas.
“Lo más importante para esta película era el conocimiento de detalles cotidianos de la vida de aquellos días. Es facilísimo toparse con estadísticas acerca del número de parados que residían en París en 1936, pero muy difícil encontrar información acerca de cómo se vivía ese paro, sobre todo en la clase media/baja. Por aquél entonces, mucha gente tenía que caminar kilómetros para conseguir leche, y los apartamentos ‘populares’ solían ser diminutos y de solo dos estancias, de paredes delgadísimas, por lo que muchos de los que crecieron durante esa generación lo hicieron con la radio de fondo continuo. Son detalles que, creo, hacen toda la diferencia. Aunque no quise entrar en la obsesión por la recreación perfecta de otro tiempo: todo lo que no sirve a nivel dramático debe ser apartado de la historia, aunque a veces duela hacerlo". (Fuente: www.abcguionistas.com).
Finalmente el director habla acerca de las canciones que interpretan los actores: “Son los actores los que cantan. La voz se grabó después, pero son sus propias voces. Se trabajó muchísimo el canto porque había que ser coherentes con la historia. Son obreros los que cantan, entonces no quería que cantaran como Luciano Pavarotti pero quería que cantaran lo suficientemente bien como para que fuéramos a escucharlos”. (Fuente: www.hoycinema.com).
Me enamoré en París estuvo nominada al Oscar a la Mejor Canción (“Loin de Paname”) y a los Premios César del cine francés a la Mejor Fotografía, Diseño de Vestuario, Música, Diseño de Producción y Sonido.
Guion: Christophe Barratier
Producción: Jacques Perrin y Nicolas Mauvernay
Fotografía: Tom Stern
Montaje: Yves Deschamps
Música: Reinhardt Wagner
Intérpretes: Gérard Jugnot (Pigoil), Clovis Cornillac (Milou), Kad Merad (Jacky), Nora Arnezeder (Douce), Pierre Richard (Sr. TSF), Bernard-Pierre Donnadieu (Galapiat), Maxence Perrin (Jojo), François Morel (Célestin), Élisabeth Vitali (Viviane), Eric Naggar (Grevoul)
Distribución: Gran Cine