Sylvia es una bella gerente de restaurante cuyo comportamiento amable, a la vez que profesional, esconde un tormentoso pasado al que debe enfrentarse cuando recibe la visita de un hombre proveniente de México. Sylvia se lanza a un viaje por el tiempo y el espacio en el que se conectan unos personajes que luchan por ser felices en sus relaciones. En México, una chica huérfana de madre, María, vive feliz con su padre y el mejor amigo de éste hasta que un trágico accidente lo cambia todo. En la ciudad de Las Cruces, en la frontera de Nuevo México, dos adolescentes, Mariana y Santiago, luchan por sacar adelante su amor después de la repentina muerte de sus padres.
REFERENCIA
El mexicano Guillermo Arriaga es uno de los pocos guionistas que ha alcanzado tanta celebridad como cualquier cineasta o estrella de cine. Su relación con su compatriota Alejandro González Iñárritu, no sólo dejó para los cinéfilos tres obras de culto, como lo son actualmente Amores perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006), sino que nos remite a uniones artísticas del pasado como lo fueron en su momento Luis Buñuel con Jean-Claude Carrière o Martin Scorsese con Paul Schrader, entre otras muchas uniones artísticas provechosas en la historia del cine.
Una historia madurada
Después del guión de Los tres entierros de Melquíades Estrada (2205), que marcó el debut como director de Tommy Lee Jones; de la adaptación de su propia novela, El búfalo de la noche (2008), para el guión que dirigió el venezolano Jorge Hernández Aldana; y de su rompimiento artístico con Iñárritu, Arriaga decide debutar como realizador con Corazones ardientes (The Burning Plain, 2008), un drama protagonizado por dos actrices ganadoras de Oscar, Charlize Theron y Kim Basinger, y que formó parte de la selección oficial del Festival de Venecia, en donde ganó el premio Marcello Mastroianni para la novata actriz Jennifer Lawrence.
El realizador y guionista considera que uno no puede simplemente sentarse y ponerse a escribir una historia: "Hay que esperar hasta que la historia esté suficientemente madura para narrarla" —comenta mientras explica que la idea para su guión, Corazones ardientes, fue gestándose durante casi quince años hasta que comenzó a verterla en el papel en 2005. Este drama con historias cruzadas donde el pasado y el presente aparentemente inconexos finalmente se encuentran, sigue el mismo estilo característico que le valió el reconocimiento de la crítica y un éxito comercial en el mundo entero por sus guiones para las películas antes mencionadas.
Arriaga buscó el apoyo, en principio, de los productores Walter Parkes y Laurie MacDonald, quienes eran conocidos por producir películas de gran estudio como por ejemplo Hombres de negro (Men In Black, 1997); Gladiador (Gladiator, 2000), y más recientemente, Sweeney Todd. El barbero diabólico de la calle Fleet (Sweeney Todd, 2007).
El reparto
No fue hasta después de haber presentado el guión a Parkes y MacDonald, y a la productora ejecutiva, Alisa Tager, que Arriaga expresó su interés por dirigir. En aquel estadio de la producción, 2929 Productions, de Todd Wagner y Mark Cuban, se incorporó al proyecto para participar en la financiación. Con esta productora involucrada, Arriaga necesitaba dar con su reparto. Para encarnar a Sylvia, una mujer bella pero herida en lo más hondo, que huye de su pasado, el realizador era consciente de que necesitaba a una actriz capaz de transmitir un trauma muy profundo pero que al tiempo resultara atractiva para el público. Charlize Theron, premiada con el Oscar por encarnar a una mujer herida debido a una juventud traumática en Monsters (2003), era la opción evidente.
Arriaga abordó con inquietud el encuentro para almorzar con la actriz que se había previsto durara una hora. Pero dado que el encuentro se prolongó por cinco horas y la conversación se tornó densa y profunda, Arriaga se dio cuenta de que había encontrado a su Sylvia. "El hecho de que Charlize se aviniera a entrar en el proyecto, sin duda contribuyó a hacer de la película una realidad" —concluye el realizador. La actriz entró además como productora ejecutiva.
Para el papel de Gina, una mujer casada, madre de cuatro niños, que tiene un affaire apasionado con un hombre casado proveniente de un substrato distinto, fue elegida Kim Basinger. La labor de Basinger le pareció a Arriaga connotaba "un tipo de fragilidad que le iba muy bien al personaje".
Rodaje
Corazones ardientes se rodó en algo más de ocho semanas en localizaciones de la región del desierto de Chihuahua, en Nuevo Méjico, así como en la melancólica región costera de Oregón tierra adentro hasta Portland. Esas dos regiones no sólo aparecen como personajes hechos y derechos en si mismos, dentro de la historia, sino que Arriaga sentía que sus respectivos elementos dominantes se correspondían con hechos y emociones de las vidas de sus personajes. "Es parte de la narrativa, de tal modo que he sido tremendamente cauto en el modo de mostrar el paisaje" —comenta Arriaga.
Guion: Guillermo Arriaga
Producción: Walter Parkes y Laurie MacDonald
Fotografía: Robert Elswit y John Toll
Montaje: Craig Wood
Música: Hans Zimmer y Omar Rodriguez-Lopez
Intérpretes: Charlize Theron (Sylvia), Kim Basinger (Gina), Jennifer Lawrence (Mariana), Joaquim de Almeida (Nick), Tessa la (María), José María Yazpik (Carlos), Diego J. Torres (Cristóbal), Danny Pino (Santiago), J.D. Pardo (Santiago joven), John Corbett (John)
Distribución: Gran Cine