Pausada, asolada por el viento, de llanura interminable, solitaria. Asi es la narrativa cinematográfica de Noticias lejanas. Transcurre en otro tiempo, uno menos agitado, en el que hay pocas palabras y muchos silencios, en el que hay kilómetros recorrido y ciudades alejadas. Ricardo Benet, cineasta mexicano, cuenta en esta película la historia de lo marginado, de los que no se ven, de los que viven en no lugares. La historia de Martín, un niño que crece en la miseria de un poblado de pocas casas, en una gran llanura desprovista de esperanza. Cinco semanas pasó Benet –que participó en un cineforo organizado por la sala Margot Benacerraf del Ateneo de Caracas este fin de semana- en esa zona entre Veracruz y Puebla para rodar la cinta que le valió decenas de reconocimientos, incluida su selección en la competencia de Tribeca –primera vez para una cinta mexicana-, la propuesta de entrar en Cannes, premios en el festival de Guadalajara y varios premios Ariel, entre otros. “Quería que el paisaje fuese un personaje más. Hablé con mi director de fotografía para hacer encuadres que estuviesen a punto de ser bellos pero que se negaran a serlo. Quería que el personaje pareciera integrado al entorno, que se sintiera, casi se oliera. Creo en el cine de imágenes. Ahora las películas abusan de la palabra y el sonido”. No civilizados. La historia de Martín es sencilla. Es un niño que crece en un asentamiento marginado por la distancia, la pobreza y hasta los servicios, que quiere hacer su vida en la gran ciudad. Su experiencia esencial se resume en una frase: “Nacimos pobres y así vamos a morir”. La narrativa no sólo se adapta al lugar en que se desarrolla la vida del protagonista, sino a la forma oral, única señal de civilización que se da en estos poblados, según Benet. “Todos los nuevos asentamientos en América Latina están construidos al lado de una carretera y la gente que vive allí espera lo mejor de su mísero Edén. Cada vez se crean más caseríos sin esperanza, 50 % ó 60 % de los latinoamericanos habitan en centros no urbanos. Civilización implica un lugar donde sobrevivir, donde crear y construir una cultura. En estos núcleos, esos códigos coexisten. Sólo se mantiene la tradición oral. Es una especie de no lugar, ese fundirse con el paisaje”. Noticias lejanas, a un paso de ser documental, a un paso de ser un estudio etnográfico, salió del sentimiento de Benet, de su emoción, de su necesidad de contar a esta gente. “Éste es un gran fresco latinoamericano. Estuve en la zona haciendo de director de fotografía en el documental de un amigo. Nos invitaron a una zona donde llegan gansos que emigran. No sabíamos qué hacíamos allí. Cuando llegamos, los hombres se metieron al agua con unos palos y nosotros los seguimos. Comenzaron a golpear a los gansos con los palos para comerlos. Los mirábamos con terror. Ellos voltearon con mirada cándida, como preguntando por qué no estábamos haciendo lo mismo. Para nostros parece salvaje, para ellos puede ser la única oportunidad de comer carne en mucho tiempo. Esa mezcla de terror, ternura, hambre y violencia es lo que somos”. ------------------------------------------------------------------------------------------------- Proyectos Nómadas y amores políticos ***El cineasta Ricardo Benet lleva un mes en Venezuela. No se encuentra en el país sólo por su película, sino para escribir un guión para Gustavo Tovar, quien está interesado en contar una historia de amor en los tempestuosos tiempos políticos venezolanos. No sabe si dirigirá la cinta, Tovar se lo ofreció. “Quería jalar la historia desde su estructura de tesis al lado cinematográfico. Me gustó mucho poder comprobarme otra vez que estos fenómenos mayúsculos son mucho más importantes y trascendentes en lo individual. He salido mucho a la calle. Me gusta montarme en el Metro y bajarme en cualquier estación, perderme. Todo para ver realidades. En cuanto a la situación política me sitúo en un punto intemedio. No me gusta lo que está, pero si la opción es esta otra, tampoco me convence”. Benet también tiene un guión escrito, titulado Nómadas, que espera comenzar a rodar en octubre, entre Estados Undios y México. Relata una historia de amor entre un inmigrante ilegal mexicano que limpia vidrios en u rascacielos en Nueva York y una estadounidense que está haciendo un documental sobre los suicidas en el Metro de Ciudad de México.