Sobre El caracazo ya habían escrito algunos comentaristas aún antes de verla, de cierto modo disparan primero y averiguan después. Tal cual las fuerzas represivas en su acción contra la población, en los sucesos que narran Chalbaud y Santana con la maestría de que los ha caracterizado desde siempre. Este film satisfizo nuestras expectativas. El caracazo nos resulta una cinta que no sorprende dentro de la obra de Santana y Chalbaud. Es una película con el sello particular de sus dos autores, es equivalente a un mural pictórico, a un canto coral. Realizada sobre la base de pequeñas historias que confluyen en los sucesos de frebrero de 1989, El caracazo disuelve sus protagonismos entre la gente del pueblo. Es el pueblo que siempre han reflejado sus autores, son los policías marginados, los trabajadores explotados, la clase media indecisa, los pícaros y los engañados, los soldados reclutados, las madres protectoras, los sacerdotes comprometidos con su verdadera fe, los marginados de cualquier tipo, los quijotes de la insurrección urbana. Y al frente los ejecutores de siempre. El caracazo es una película que toma partido y no lo niega, es un filme político, que denuncia una masacre atroz, cuyos autores aún no tienen castigo. Es una cinta que asume el riesgo de tomar para sí la voz de los desposeídos, de los olvidados. Riesgo que extrañamente no han asumido otros. Quienes disparan primero y averiguan después parece que desean el eterno silencio de los pobres de la tierra. Les niegan el derecho de hacer política. Critican en Santana y Chalbaud una posición que ha sido la de siempre. El caracazo tiene la virtud de un excelente guión y dirección propios de la autenticidad de los autores. Aquí están el Santana de La empresa perdona un momento de locura y Fin de Round, aquí están las puestas históricas de Chalbaud, ¿quién olvida las escenas de la tragedia de Santa Teresa, del soldado acribillado agonizante en las manos de un sacerdote, del pueblo reivindicándose en Pandemonium?¿Quién mató al Victorino Perdomo de Cuando quiero llorar no lloro? Ver El caracazo es admirar una película fiel a sus autores. Autores que son fieles a su pueblo.