A lo largo de la historia del séptimo arte, existen ejemplos de películas precursoras que fueron el inicio de una gran saga en los años sucesivos. Este es el caso de la idea de Steven Soderbergh que se lanzó en 2001 a las grandes pantallas.
Ocean’s Eleven volvió a demostrar que la temática del juego, casinos o robos planificados están llamados al éxito por la mística que los rodea. Una de las principales razones es que los casinos físicos no pasan de moda, pese a que productos interactivos como las tragaperras de pragmatic play son un éxito, esos establecimientos siguen guardando una mística especial. De ahí que el cine se nutra de argumentos en torno a estos salones de juego para crear cintas épicas como sucedió con el 'remake' del director estadounidense.
La película homónima data de 1960 y está protagonizada por toda una estrella de Hollywood como Frank Sinatra. En esta nueva versión de inicios del siglo XXI, el elenco está a la altura de una superproducción de la factoría californiana. Nombres como los de George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts o Andy García, entre otros, aparecen con grandes interpretaciones, lo que ayudó a la cinta a ser un auténtico éxito tanto en taquilla como en crítica.
Las Vegas no es solo el escenario del atraco, sino que también actúa como un personaje en la película. La ciudad del juego, el lujo y los excesos es presentada de manera estilizada, casi glamurosa. La película captura la esencia de la ciudad y su cultura, mostrando los casinos de lujo como templos del entretenimiento sin límites. Las luces brillantes y los decorados extravagantes se mezclan perfectamente con el tono sofisticado de la película, lo que convierte a Las Vegas en el escenario ideal para un atraco tan ambicioso.
Aunque Ocean's Eleven se centra en un atraco elaborado y lleno de detalles técnicos, nunca deja de ser entretenida. La cinta pone sobre la mesa el equilibrio perfecto entre acción y humor. A lo largo de la planificación y ejecución del atraco, hay momentos en los que las cosas podrían salir mal, pero los personajes nunca pierden su compostura. Este enfoque relajado ante situaciones de alta presión le da al film un tono único dentro del género de los atracos, diferenciándolo de otras películas que tienden a volverse más serias o dramáticas. Algo novedoso con respecto al 'remake' de 1960 que tuvo menor éxito a la postre que la de 2001 y nos ocupa.
Debido al gran éxito de esta primera entrega, llegaron tres nuevas películas en 2004, 2007 y 2018 con los casinos como temática, aunque no fueron tan reconocidas como la que abrió la veda. Se demuestra que, en ocasiones, segundas y terceras partes en el mundo del séptimo arte no suelen ser tan buenas. Es cierto que hay casos por todos conocidos como El Padrino o El señor de los anillos en los que las segundas y terceras entregas se asemejan en cuanto al nivel de las primeras, pero no suele ser lo común.