Sebastian Stan interpreta al joven Donal Trump en el Manhattan de los años 70 en un film que no encuentra distribudores, ante el supuesto 'temor' de la posible vuelta a la Casa Blanca del hoy condenado precandidato presidencial
Erase una vez con una película estadounidense con un director y actores reconocidos, con un personaje central que todos identifican, y que recibió ocho minutos de ovaciones en Cannes hace no muchos días. La lógica indicaría que podrían ser varios los grandes estudios interesados en adquirirla para llevarla a los cines. Sin embargo, con The Apprentice, de Ali Abbasi, un retrato crítico del joven Donald Trump, esto no está ocurriendo. Variety ha contado el pasado viernes que aunque no faltan ofertas, son de compañías independientes con poco potencial para un estreno relevante.
Fuentes cercanas al proceso indican a la publicación estadounidense que hay varios posibles compradores, tanto de distribuidores para salas como de plataformas de streaming, pero ningún estudio importante ha presentado una oferta. Incluso los distribuidores independientes más atrevidos, como Neon, que anteriormente trabajó con Abbasi, se han mantenido al margen.
El equipo detrás de The Apprentice cree que la dificultad para asegurar un distribuidor es lo más parecido a un caso de censura. Argumentan que las empresas temen las repercusiones de estar en contra de Trump, quien lidera las encuestas frente a Biden, a pesar de su reciente declaración de culpabilidad por parte del jurado que vio su caso de soborno a la actriz porno Stormy Daniels. Temen que, si Trump vuelve a la Casa Blanca, podría vengarse bloqueando acuerdos o intensificando el escrutinio regulatorio sobre sus operaciones.
Los grandes estudios y sus divisiones especializadas son parte de conglomerados mediáticos aún mayores, lo que les hace más reticentes a arriesgarse con un proyecto que podría atraer atención de premios pero también enemigos poderosos. Esta situación ha dejado a The Apprentice buscando un distribuidor valiente que además tenga los recursos financieros para promocionar la película adecuadamente.
Un ejecutivo de distribución que vio la película comentó que cualquier empresa con planes de venta o fusión sería reacia a adquirirla, ya que Trump podría influir negativamente en el proceso regulatorio si es reelegido. Entre las compañías en proceso de fusiones o ventas están Sony y Warner Bros. Discovery, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
El inversor de la película, el multimillonario Dan Snyder, también influye en la búsqueda de distribución. Snyder, amigo de Trump, no quedó satisfecho con la representación del expresidente en la película, que muestra una evolución de Trump hacia un personaje desleal y abusivo. Los abogados de Snyder han intentado bloquear el lanzamiento de la versión actual, pero no han tomado más acciones desde el estreno en Cannes.
Mientras tanto, los problemas legales continúan. Los abogados de Trump enviaron cartas de cese y desistimiento tras la presentación en Cannes, y estos problemas solo se intensificarán cuando The Apprentice se prepare para su estreno público.
Pero Variety también señala que algunos distribuidores estadounidenses simplemente no encontraron la película atractiva. Un comprador de películas de prestigio consideró que The Apprentice parecía más una película para televisión y carecía de originalidad. Otros creyeron que humanizaba demasiado a Trump o que no aportaba nada nuevo sobre su relación con Roy Cohn.
Históricamente, las películas políticas han sido difíciles de manejar comercialmente. Ejemplos como W. de Oliver Stone y Vice de Adam McKay no tuvieron éxito comercial. Incluso los films que logran resonar en taquilla, como Fahrenheit 9/11 de Michael Moore, no necesariamente influyen en las elecciones.
Abbasi fue advertido sobre los riesgos de elegir a Trump como tema para su próxima película después del éxito de Holy Spider. Sin embargo, el cineasta nacido en Irán y nacionalizado danés, defendió su decisión, afirmando que no hay una forma metafórica adecuada para abordar el fascismo emergente.
Mientras Abbasi espera a ver qué distribuidores están dispuestos a asumir el desafío, The Apprentice tiene -como su personaje central- un camino potencial de demandas y juicios ante una película tan controvertida sobre el político más idolatrado y odiado en EEUU.