Por 90 días no se recibirán los proyectos que soliciten apoyo financiero a través del INCAA, hasta tanto no se replanteen las normativas de regulación del fomento audiovisual por parte del organismo
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales argentino (INCAA) se encuentra en una nueva encrucijada tras la reciente decisión del Gobierno de Milei de suspender la recepción de proyectos que soliciten ayuda financiera del organismo. La medida, plasmada en la resolución 27/2024, publicada en el Boletín Oficial, indica un período de suspensión de 90 días, con la intención de replantear las normas de regulación del fomento audiovisual.
Carlos Luis Pirovano, nuevo presidente del INCAA, justificó esta medida en base al "déficit presupuestario y financiero existente" y la necesidad de "retomar el equilibrio necesario para que este Instituto pueda financiarse con sus propios ingresos". La resolución establece que los proyectos que hayan sido presentados pero no cuenten con una resolución que los declare de interés, serán devueltos a los representantes, aunque podrán ser presentados nuevamente una vez culmine el período de suspensión y se adecúen a la nueva normativa.
Esta decisión llega en un contexto de ajustes y recortes en el INCAA, que ya había sido golpeado por la baja de contratos (fueron despedidos 231 trabajadores) y recortes ordenados por el Gobierno. La resolución 16/2024, publicada anteriormente, suspendió "la realización de toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales", así como "todo apoyo económico destinado a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
El cine argentino, que genera aproximadamente 700 000 puestos de trabajo directos e indirectos, se enfrenta a un futuro incierto bajo la administración del Gobierno de Milei. Aunque el cine se financia en gran parte a través de impuestos y aportes del sector privado, la falta de apoyo gubernamental representa un obstáculo significativo para su desarrollo y crecimiento. Representantes del área han destacado que el cine argentino no solo contribuye significativamente a la economía del país, sino que también es un importante vehículo de expresión cultural y artística.
El Gobierno, por su parte, ha defendido estas decisiones en el marco de una supuesta necesidad de "racionalizar y eficientizar el organismo", en concordancia con las medidas adoptadas en el contexto de la emergencia declarada.
Esta nueva pausa en la financiación del cine argentino ha generado incertidumbre en la industria, que se enfrenta a un futuro incierto mientras aguarda conocer los detalles de las nuevas normativas que regirán el fomento audiovisual en el país.