El admirado actor, fallecido el pasado fin de semana, aquejado de demencia senil en la última etapa de su vida, dejó un legado imborrable en la industria de la televisión y, sobre todo, en el cine mexicano, con películas como "Los caifanes", "El callejón de los milagros" o "La ley de Herodes"
El reconocido actor mexicano Ernesto Gómez Cruz, conocido por películas como Los caifanes, El callejón de los milagros, La ley de Herodes o El infierno, quien falleció el pasado fin de semana a la edad de 90 años, pasó los últimos años de su vida con penurias profesionales que coincidieron con demencia senil, y en sus últimas entrevistas confesó sentirse solo.
Gómez Cruz dejó un legado imborrable en la industria del cine y la televisión en México. Su partida ha generado conmoción entre sus compañeros y familiares, quienes lamentan la pérdida de uno de los intérpretes más importantes de su generación.
Según relató su hija Virginia Gómez, los últimos días de Ernesto estuvieron marcados por el sufrimiento físico y emocional. "Estuvo en mis brazos, hablé con él, le recé y decidió partir, le costó trabajo, no sé a qué se aferraba, el hecho de estar en un hospital intubado es difícil", compartió Virginia sobre los momentos finales de su padre en el Hospital Obregón.
La salud de Gómez Cruz se había visto deteriorada en los últimos años debido a diversas dolencias, entre ellas la demencia senil. Su hija explicó que su padre experimentaba problemas renales recurrentes, además de enfrentar los desafíos asociados con la demencia. "Él ya tenía demencia, de repente no quería comer... eso implicó un deterioro de su cuerpo", expresó Virginia. Aunque se especula sobre la posible relación de la enfermedad de Alzheimer con su fallecimiento, la causa exacta aún no ha sido confirmada oficialmente.
La situación se agravó con el confinamiento debido a la pandemia de covid-19, que exacerbó la melancolía y la tristeza del actor. Aunque no contrajo el virus, el aislamiento lo sumió en un estado de depresión que afectó su bienestar emocional: "A él nunca le dio covid, pero el hecho de estar encerrado lo deprimió mucho", dijo su hija.
Ernesto Gómez Cruz, a lo largo de su prolífica carrera, protagonizó más de 200 películas y recibió numerosos reconocimientos, incluidos siete premios Ariel y una Diosa de Plata.
Su hija Virginia recordó el doloroso proceso que enfrentó su padre, quien expresaba su deseo de seguir actuando a pesar de las limitaciones que le imponía su enfermedad. "Quiero decirle a los productores que estoy vivo, todavía puedo trabajar, me gusta hacer televisión, cine, teatro y radio... tengo todavía mis facultades para abordar los personajes que me encomienden", declaraba el actor en una entrevista previa.
Gómez Cruz había expresado previamente su descontento por la falta de oportunidades laborales en la industria del entretenimiento. En una entrevista concedida en 2019 a Notimex, lamentó su situación: "Vivo en una soledad terrible y aplastante, que me tiene esperando el fin de mis días, aunque si surge algo nuevo con gusto seré uno de los primeros en apuntarme, aunque a este paso solo espero la muerte, esa es segura que llega".
En cumplimiento de su última voluntad, las cenizas del actor serán esparcidas en su ciudad natal en Veracruz. En honor a su memoria, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas realizarán un homenaje póstumo en su honor en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes en los próximos días.
El triste adiós a Ernesto Gómez Cruz deja un vacío en el corazón de quienes lo admiraban y respetaban como uno de los grandes exponentes del cine mexicano. Su legado perdurará en la memoria colectiva, recordándonos el talento y la pasión de un actor que dedicó su vida al arte escénico, el cine y la televisión.